Y me encanta descubrir todos los días cómo una persona ya no me hace sentir lo que antes.
Darme cuenta que mi punto de vista ha cambiado, que no es el mismo que ayer, y que no será el mismo mañana.
Que no soy la misma, que soy cada día más libre.
Todos los días cambio mi forma de pensar. Menos superyó, más ello. Mucho más ello.
No me importa que choque. Que moleste. Porque cambiar me hace inmensamente feliz.
Y ver que ya no me angustian ciertos encuentros, ciertas imágenes. Ver que puedo ver desde otro lado.
Poder superar, sonreírle honestamente a eso mismo que me hizo llorar.
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